La nueva tendencia de consumo en Santa
Marta
Tomado de internet. Imagen psicodélica.
Los colores y las figuras son característicos del “viaje o estalle”
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Investigadores: Osmel Araujo, Neder Yoly,
Anayancy Vidal y Marcia Yanes
La
amenaza de las drogas sintéticas en los jóvenes de la ciudad de Santa Marta,
constituye uno de los problemas más difíciles de detectar por las autoridades
de la ciudad, un fenómeno silencioso que busca remplazar el consumo de
marihuana y cocaína por la rentabilidad en la producción de éstas drogas
químicas.
16 de Septiembre de 2013, se
presentaron en la clínica del Prado del
Rodadero, cuatro casos de intoxicación, las pacientes eran cuatro menores de 17
años, quienes presentaron un cuadro de paranoia, nauseas, vómitos y alucinaciones.
En los exámenes toxicológicos se detectó una alta cantidad de
Metilenedioximetanfetamina una droga de síntesis conocida como LSD, combinado
con un alto grado de alcohol, las jóvenes fueron desintoxicadas y puestas a la
disposición de sus padres quienes no presentaron ningún tipo de denuncia.
Las drogas sintéticas o de
síntesis como la llaman las autoridades, son un amplio grupo de sustancias
producidas por síntesis química entre las que cabe señalar el éxtasis,
técnicamente conocida como metilenedioximetanfetamina, LSD, Popper, entre
otros. Estos elementos contienen distintos derivados anfetamínicos y de
sustancias que poseen efectos estimulantes y alucinógenos, que se encuentran en
el mercado en diversas presentaciones (pastillas, líquidos, papel), los cuales
pretenden ser atractivas para los jóvenes.
Algunas de estas drogas de
síntesis tienen su origen en plantas naturales, otras surgieron de la
investigación y experimentación en laboratorios de más de 65 países entre
Europa, Asia y América Latina, debido a que los productores aprovechan que no
existen reglamentos estrictos o detallados para la prohibición y realización de
las sustancias químicas.
Por otra parte les resulta
rentable por su capacidad de clandestinidad y el bajo costo en la producción,
porque para la cocaína se necesita una hectárea de tierra para un kilo de ésta,
del mismo modo pasa con la marihuana para una cantidad considerable.
Según el informe de la Unión
Europea sobre plan de drogas, afirma que es un fenómeno reciente el tema de las
drogas de síntesis en los países andinos y como víctimas han sido los niños,
adolecentes y jóvenes entre los 15 a 28 años de edad, que son considerados como
la población más vulnerable frente a la oferta y consumo de estas drogas. Ya en
el año 2006 en un estudio de la UNODC que es la Oficina de Naciones Unidas
sobre Drogas y Crimen, dicen que el éxtasis y los estimulantes anfetamínicos,
se encuentran entre las drogas de mayor consumo entre estudiantes de
secundaria.
El 70% de los estudiantes
universitarios en Colombia, reconocen al éxtasis como una droga de síntesis y
de fácil acceso, el 13,4% declaran haber consumido alguna de estas sustancias.
Colombia, es vista como un
país de tránsito para el comercio de las drogas sintéticas, las cuales son
importadas de Canadá y Estados Unidos y son esparcidas en las distintas
ciudades del país como Bogotá, Cali y Medellín, estas grandes capitales se
encargan de repartirlas a destinos al resto del país como Santa Marta.
El Subintendente de
Antinarcóticos de Santa Marta, Yamil Bello, asegura que la ciudad tiene
presencia de estas drogas, debido a que es turística y es preferida por los
visitantes nacionales e internacionales. Además la ciudad cuenta con una gran
ventaja por la utilización de un puerto internacional con una diversidad de
rutas y de productos que son accesibles para el encubrimiento de las drogas y
lo complejo de algunas embarcaciones para su revisión.
El Sint. Bello, afirma que
no hay una fecha exacta cuando empezaron a incursionar estas sustancias en la
ciudad, ni registros que evidencien el alto consumo de drogas de síntesis, pero
la compañía de Antinarcóticos cuenta con un grupo de prevención llamado DARE,
sigla en inglés que significa educación para la resistencia del uso a las
drogas. Es un programa que viene desde la Embajada Americana y funciona desde 1997, con la finalidad de
dictarles charlas a los jóvenes en los colegios de la ciudad sobre el consumo
de sustancias alucinógenas.
Dentro del grupo de
Antinarcóticos de la ciudad, los métodos utilizados para detectar la presencia
de drogas de síntesis, es a través de pruebas técnicas y químicas, este control
de drogas empezó desde el 2009, con la ayuda militar y de la Embajada Norteamericana. El
Sint. Bello, denuncia que los lugares donde más se vende las drogas sintéticas en las instalaciones públicas como las
discotecas, expendios de comidas rápidas y vendedores ambulantes de cigarrillos.
También en barrios como Pescaíto, Gaira y Santafé, son lugares donde la forma
de traficar es sentarse en las terrazas de sus casas para sentirse seguros y
alertas ante cualquier presencia de la autoridad y así poder esconder lo que
están vendiendo, que en la mayoría de los casos son pastillas de rivotril de
uso psiquiátrico, el cual para los consumidores les produce una mayor
percepción de los sentidos y relajación. Cada pastilla de rivotril puede costar
entre los 20 mil y 25 mil pesos.
La judicialización del
delito
Carrera primera de El Rodadero. Lugar preferido por turistas y expendedores de droga o ‘dealers’ |
El jefe de delitos
especiales Jairo Duarte que pertenece a la Sijín de la ciudad, es el encargado
de judicializar las capturas por sustancias psicoactivas a través del artículo
376 del Código penal sobre el tráfico, fabricación o porte de estupefacientes,
cabe resaltar que el artículo fue modificado por la ley 1453 y que en la
ciudad, en el último año, solo han hallado dos casos de trafico de drogas
sintéticas y se les ha aplicado dicho artículo, el cual dice: El que sin permiso de autoridad competente,
introduzca al país, así sea en tránsito o saque de él, transporte, lleve
consigo, almacene, conserve, elabore, venda, ofrezca, adquiera, financie o
suministre a cualquier título sustancia estupefaciente, sicotrópica o drogas
sintéticas, incurrirá en prisión de (128) a (360) meses y multa de (1.334) a
(50.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Si la cantidad de droga no
excede los (60) gramos de nitrato de amilo, (60) gramos de ketamina, la pena
será de (64) a (108) meses de prisión y multa de (150) salarios mínimos legales
mensuales vigentes; y por último, si la cantidad de droga excede los límites
máximos previstos en el inciso anterior sin pasar de (4.000) gramos de droga
sintética, (500) gramos de nitrato de amilo, (500) gramos de ketamina y GHB, la
pena será de (96) a (144) meses de prisión y multa de (124) a (1.500) salarios
mínimos legales mensuales vigentes.
Cuando son capturados por
consumo, no son judicializados, sino que inmediatamente son tratados como
enfermos por contaminación del organismo y son remitidos a la personería de
infancia y adolescencia.
La Sijín cuenta con un
programa que se llama ETEM (Estrategia para Tráfico de Estupefacientes en
Menores cantidades), y hacen controles en las zonas de comercialización como el
Boro, que fue desintegrado durante el año 2013 y como consecuencia, se empieza
a dar un microtráfico móvil, que es el servicio a domicilio por los denominados
comúnmente ‘dealer’, es una nueva
modalidad que hace más difícil de detectar por las autoridades.
El negocio del ‘dealer’
Es un joven universitario de
21 años de edad, que empezó a incursionar en el negocio a domicilio de las
drogas sintéticas desde hace cinco años por un amigo cercano, que le comentó
sobre lo rentable que era ejercerlo. Las únicas condiciones para entrar de
lleno a la venta era guardar prudencia y no “boletearse” expresa el ‘dealer’.
Sus ventas de cada fin de semana son de seis a ocho personas entre los 18 y 24
años de edad, los mayores de 30 casi no compran, lo que más vende es el LSD o
papelito como comúnmente lo llaman, cada uno puede estar entre los 40 mil y 25
mil pesos como mínimo, eso depende de la cantidad de gotas de ácido que le
apliquen al cartón.
El joven universitario con
un aspecto de tener más edad debido a que él consume esta droga en sus ratos de
fiesta y que en años anteriores estuvo sumergido en otra clase de drogas, que
terminaron llevándolo a un centro de rehabilitación por un año, afirma que
nunca ha tenido inconvenientes con la policía, porque su forma de vender
siempre es a personas cercanas. Rayan, como lo llaman sus clientes, trae sus
productos de la capital a un precio mucho más bajo, el cual le saca el 100% de
ganancias sobre lo invertido, una cifra que queda en ‘reserva del sumario’. El
‘dealer’ dice que la Policía no sabe detectar el LSD y muchos no saben qué es
eso; en el parque de los novios se pueden encontrar hasta cuatro vendedores,
todos son estudiantes universitarios, ellos venden cristales y anfetaminas,
pero sólo lo venden en Taganga. “La mercancía se vende rápido los fines de
semana, ya para un lunes festivo es posible que no haya” dice Rayan.
¿Qué tan grave es el tema de
las drogas de síntesis en la ciudad?
La sombra de las palmas en la noche
y algunas sillas blancas ubicadas
estratégicamente, sirven como oficina para el
comercio drogas.
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Para el oficial Duarte, el
tema de las drogas sintéticas en Santa Marta no es relevante porque el tráfico
no se da a gran escala, aún sigue prevaleciendo el consumo de marihuana y
cocaína. Duarte afirma que “las personas que vienen aquí, el 39% son
extranjeros quienes consumen marihuana y
cocaína”. En la ciudad no hay un foco de investigación dirigido al consumo de
drogas de síntesis, ni estadísticas que la evidencien, porque para empezar, el
sistema de información está desintegrado, porque la Sijín trabaja con
indicadores elaborados por la Policía, y si la Policía no emite un registro
sobre el consumo de ésta droga, no se trata el tema, es como una reacción en
cadena, el cual será más difícil de encontrar el fenómeno, porque la Policía de
la ciudad dice que no es común encontrar a civiles portando la sustancia,
debido a que se pueden camuflar como medicamentos y tampoco a civiles
traficando, porque prestan sus servicios a domicilio y tienen su clientela
fija. Por otra parte, las drogas de síntesis tienen ochos años, no es para todo
público por su costo, solo los de estratos 4 en adelante la pueden comprar y
que además no producen adicción, dice el Oficial.
LSD, Trip o acido. Valor 20.000
pesos C/U. Cartón o cuadro entero,
500.000 pesos, para una ganancia del 100 o
200 por ciento.
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La última afirmación del
oficial Duarte, lo contradice un informe de la Unión Europea, donde se explica
que es un mito que las drogas de diseño no causan dependencia, porque el riesgo
de éstas, es desarrollar un sometimiento emocional, psicológico y social, a tal
punto en que sus consumidores no saben divertirse, no aciertan a sentirse bien
consigo mismos ni a relacionarse con otras personas sin la ayuda de las drogas.
Actualmente, muchos
adolescentes experimentan las drogas en una etapa de la vida en la que el
cerebro está en proceso de maduración, algunos no pasarán de la
experimentación, pero otros consumirán drogas
hasta llegar a la adicción con graves problemas que ésta conlleva. No
todos los organismos responden igual ante el consumo de drogas, no son una
buena opción.
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