jueves, 13 de febrero de 2014

Zona Bananera, un corregimiento cubierto de plástico


Investigadores: Tana George Díaz Hugo David León Estefany Mendoza Fuentes y  María Peralta Cotes

Riofrío, Magdalena

Miles de toneladas de plástico son arrojadas en mares y ríos produciendo así un efecto devastador a la fauna y flora acuática. El ser humano no está exento de esto, pues, el agua es vida, y está ligada a todas nuestras actividades cotidianas, al lavarnos los dientes, tomar un café por la mañana o hervir algún alimento. Por otro lado, dicha contaminación también afecta al suelo, envenenando los cultivos y  esterilizando la tierra.

La Industria del banano en el Magdalena

Desde 1887, el cultivo y exportación del banano se ha convertido en un motor que impulsa la economía del Departamento del Magdalena, generando así, un crecimiento y consolidación en la actividad productiva y beneficios para todo el país.
‘La zona bananera’, como es llamada, está conformada por 11 corregimientos: Guacamayal, Orihueca, Riofrío, Tucurinca, Varela, Soplador, Guamachito, La Gran Vía, Palomar, Santa Rosalía y  Sevilla, en los que el banano no es solo un alimento, sino la razón de trabajo de su región.


En Riofrío, la mayoría de sus habitantes son bananeros, tal es el caso de Noreyla Barros quien afirma que este es el sustento de toda su familia. de igual manera lo comentan Alberto Real y Maritza Cuellar, quienes cada día se trasladan desde el pueblo, hasta lo más profundo de la Finca Susana, una de las más importantes haciendas que se encuentra en la región., caracterizada por su excelente producción y gran extensión dentro de ‘la zona’.


Alberto Real, realizando una de sus funciones dentro de la finca Susana.


“El banano es una bendición para el Magdalena, genera mucho empleo,  la finca tiene 50 hectáreas y 46 de estas   son exclusivas para la producción, el corte se hace dos veces por semana, cada vez que se realiza esta actividad empleamos 60 personas y a parte de este personal tenemos 45 empleados fijos” dijo, Yamal Saghair, dueño de la finca Susana.

El plástico, un material que el suelo no puede asumir

Para la protección y cuidado del banano, los hacendados utilizan bolsas plásticas, las cuales cumplen un ciclo de vida muy corto dentro de las fincas, pero muy largo en el planeta. Según Alberto Bolaño, ambientalista del Magdalena, “El plástico tarda 100 años en descomponerse en el medio ambiente, esto dependiendo del tamaño, puesto que puede durar hasta 1.000 años para desaparecer en el suelo”. Tirar y dejar penetrar este material en la tierra es un error catastrófico a nivel global. Según el estudio adelantado por Corpamag y la Fundación Social: “la producción bananera genera una serie de problemas ambientales que van desde el excesivo uso de agroquímicos, hasta la contaminación con desechos plásticos”.
“Se estima que son aproximadamente 14 mil hectáreas en las que hay siembra de banano en Riofrío y se utilizan anualmente 23 mil bolsas plásticas. Esta finca está comprometida con el ambiente, por eso, se le paga a empresas para que recojan el residuo”, manifestó  Hali Saghair, agrónomo de la Finca Susana.

Fincas como: Susana, El esfuerzo y La Lucha, trabajan a favor del medio ambiente, y manifiestan que sus haciendas no generan contaminación, pero al pasar por la desembocadura del río o la vía de entrada al pueblo se ve algo diferente, pues son montañas de bolsas las que adornan estos sitios.


Montaña de residuos en la entrada de Riofrío
Una verdad incómoda

En conclusión, el El destino final de los plásticos utilizados en la producción del banano son por lo general: fuentes de agua, carretera y basureros improvisados, pero, ¿No se supone que le pagan a empresas para evitar este abuso con el medio ambiente? Empresas como: Recolectora de la Troncal del Caribe, Recicladora de Banaplás y Recuperar F. C son las encargadas de esta función. En entrevistas con sus representantes obtuvimos la siguiente información:
Omar Ramírez, gerente de la empresa Recolectora de la Troncal del Caribe señala que “la finca nos debe llamar una semana antes, cuadramos cantidad y costo, dependiendo de esto colocamos una tarifa, después vamos y recogemos el plástico. Nuestra empresa no tiene la maquinaria para el proceso de reciclaje de las bolsas, lo que hacemos es prensarlas, y enviarlas a Bogotá, allá se encargan de hacer baldes, mangueras para regar y otros objetos con este material”.
Eduardo Moya, gerente de la empresa Recicladora  Banaplás: y Ruth Arrieta, gerente de la empresa Recuperar F. C: manifiestan: “nosotros cuidamos el medio ambiente, recogemos todos los plásticos y luego hacemos quemas clandestinas para que todo el material se vuelva polvillo, ya que este plástico no tiene más uso”.

La contaminación: efectos en la población

Es grande el disgusto de los moradores de Riofrío con los dueños de las fincas, no solo porque no se hacen responsables del manejo de los residuos, sino de la contaminación que esta trae ya hace más de 10 años.

María González, una madre de tres niños y cabeza de hogar dice que está agradecida porque trabaja en una de las fincas y lo que recibe es lo que le da de comer todos los días, pero que por tantos tóxicos en el rio tomar agua de él se ha vuelto su peor enemigo. “los niños no dejan de enfermarse, si no es diarrea, es dolor en el estómago, esa agua, está muy contaminada. Además, no son mis hijos los únicos enfermos en toda la región, acá todos estamos enfermos, el señor Agustín Méndez vivía  a una cuadra de mi casa, el murió, nadie supo por qué, pues era un hombre alto y fuerte, pero luego los de la morgue dijeron que su muerte fue por intoxicación, su casa quedaba al lado del rio tomaba esa agua y tenía una parcela, o sea,  que comía productos regados con ese mismo líquido”.
Podemos apreciar residuos plásticos por todos lados, ocasionando diferentes contaminaciones por ejemplo: contaminación visual, en las vías se encuentran tirados los plásticos, además, muchos de estos residuos en temporada de lluvia son arrastrados por el pueblo. Contaminación fisicoquímica, los residuos también se encuentran incorporados en las corrientes de agua superficiales que abastecen del preciado líquido a todo la población, la calidad del agua es mínima y produce enfermedades, de igual manera la composición química de estos residuos plásticos sometidos a la radiación solar produce el desprendimiento al aire de finas partículas de dioxinas, que contaminan el aire afectando las vías respiratorias y órganos vitales de los moradores del pueblo.

Fundaciones como Corbanacol y Fundauniban, realizan funciones sociales en el sector desarrollando programas de vivienda, salud, educación, recreación, cultura y deporte para mejorar la calidad de vida de la población, pero, ¿Cuál es la empresa reguladora del medio ambiente?

La Corporación Regional del Magdalena, según su página oficial, http://www.corpamag.gov.co/, Corpamag: “Es un ente corporativo de carácter público encargado de administrar el medio ambiente y proteger el desarrollo sostenible del Magdalena…” según www.eltiempo.com , Sección Otros del 12 de abril de 1995: “Corpamag inició en el 1994 un proceso de concertación con las industrias bananeras y palmeras para emprender un plan de recuperación de la Zona” plan que se debería implementar hasta la fecha, pero que ahora no se cumple .

De manera irresponsable los productores no ejercen control sobre los residuos plásticos, los recolectores no hacen su trabajo y Corpamag “castiga” a los infractores ambientales con sanciones mínimas y aún así, el problema sigue avanzando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario